Aseguró que el caso en torno a Wikileaks es complejo y abarca varios derechos humanos. "Se trata del equilibrio entre la libertad de expresión, el derecho de las personas a la información y la necesidad de salvaguardar la seguridad nacional y el orden público", sostuvo. Es sorprendente lo que ha ocurrido, comentó.
Criticó además a las compañías de tarjetas de crédito que retiraron sus servicios a Wikileaks y con ello cortaron la fuente de financiación del portal. No está claro, apuntó, si esas acciones de empresas privadas vulneran la obligación de los Estados de garantizar los derecos humanos.
Si el fundador de Wikileaks Julien Assange ha cometido algún delito, entonces la Justicia debería comprobar en un proceso justo cómo esos derechos se pueden preservar de manera equilibrada, agregó la alta comisionada.
Lo que está ocurriendo actualmente, matizó Pillay, probablemente viole el derecho de Wikileaks a la libertad de opinión.
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