El silencio es total en la parcela de Mario Kreutzberger en Buin. Son las 18 horas y la casa está prácticamente vacía. Sólo circulan por sus pasillos los cuatro miembros de su staff más cercano, que se encargan de que nada moleste la breve siesta que el animador se toma para recargar energías antes de comenzar las 27 maratónicas horas de transmisión. Pero esa es sólo una parte del ritual que el animador realiza todos los años en las horas previas al comienzo de la Teletón.
Por la mañana, Don Francisco había ido al Teatro Teletón a revisar que los aspectos técnicos estuvieran a punto, y más tarde se trasladó al Estadio Nacional para recorrer el escenario donde se realizará el cierre de la jornada. A eso de las cuatro de la tarde llegó junto a su equipo de colaboradores, entre los que se cuentan el editor general del programa, Jaime Villa, y el productor de Sábado Gigante y participante fundacional de la Teletón, Marcelo Amunátegui a su casa en Buin. Y ahí también hay rituales que hay que respetar.
El menú es fijo: cazuela de vacuno. El tema es tan clave, que más temprano, cuando llamó a la parcela y le dijeron que el plato era de pollo, el animador pidió que cambiaran a carne de vaca. Y la actividad del día también está establecida y se trata de la escritura de las palabras iniciales con las que motiva en la obertura del programa.
A las 20 horas parte camino al Teatro Teletón, luego de haber tomado una taza de café con leche y comido pan amasado integral, que le prepararon esa tarde en la cocina de la casa y de los que, además, se lleva unas piezas para comer durante la jornada venidera.
En una todoterreno negra con el mensaje teletónico de rigor pintado en el parabrisas posterior, y escoltado por un carabinero en moto que despeja el camino y acelera la marcha, Kreutzberger repasa los desafíos de la campaña de este año y adelanta cómo quisiera que sea el futuro de la institución que él lidera.
"Esta Teletón es un hito, porque es un cambio de folio (este año cumple 70 años). Hace 32 años que existe y estoy muy orgulloso de haber participado en ella. Y creo que todos los que participamos estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho", dice el animador. Y agrega: "Y es importante, porque ahora estamos sin dinero. Cada cuatro años nos pasa, pero ahora nos pasa más. Normalmente, ocurre que algo nos queda, pero como todo ha ido creciendo... Entonces ahora es mucho más difícil financiarlo. Por eso hemos encontrado otros tipos de financiamiento, como el gobierno y empresas locales".
Para la jornada solidaria de este año, el animador agrega otras preocupaciones: el año difícil que tuvo el país, que debido a la campaña Chile ayuda a Chile se empezó el trabajo en esta Teletón más tarde y la posible percepción de la gente de que pueda haber dinero sobrante de esa pasada, y que no pudo estar en la gira de la Teletón debido a que estaba enfermo. Con todo, Don Francisco se declara "con miedo, pero optimista de superar la dificultad".
Pero más allá de la contingencia, el animador asegura que la campaña necesita un cambio fundamental en los próximos años. "Tenemos que diseñar un nuevo modelo. Hay que preparar este evento para el nuevo siglo, para los próximos 32 años. Esta instancia no la debe perder la comunidad chilena", apunta. Y enumera las áreas a cambiar: "Un nuevo modelo de cómo hacer la convocatoria, cómo hacer el programa, cómo organizar nuestra fundación. Al principio, Ximena Casarejos y yo éramos los únicos, y después se incorporaron más y nos fuimos profesionalizando, trajimos camarógrafos, periodistas, fuimos comprando equipos. Fuimos haciendo participar a la TV. Y hay que hacer toda una reingeniería". Claro que Kreutzberger dice que, aunque piensa que las modificaciones deben comenzar rápidamente, no va a ser de manera abrupta, sino que "va a haber cambios poco a poco".
Retiro con naturalidad
Y sobre su posible retiro de la campaña, Kreutzberger dice que la clave es que sea con "naturalidad". "No quisiera perjudicar lo que yo hice ni por quedarme mucho tiempo ni por irme antes. Quiero que esto sea muy equilibrado. Y mientras tanto, el trabajo de todos nosotros es convencer a la comunidad, a la población y muy especialmente a la televisión del gran beneficio que esto produce". El tema de los animadores, en todo caso, es otro que le preocupa. "El día de la Teletón nosotros tenemos un compromiso con los canales, y tenemos que cumplir ciertos equilibrios. Pero hay nombres que tienen derecho propio, porque han estado, como Antonio Vodanovic, que estuvo desde el día uno. Y esa dinámica la tenemos que ir mejorando, perfeccionando", opina. Y agrega que para los próximos años debería haber mayor cantidad de actividades en el año, que necesitarán la participación de rostros, para poder seguir financiando la institución que, según asegura el animador, va a doblar su cantidad de institutos de rehabilitación en dos o tres años más.
A eso de las 20.30 horas, la todoterreno llega al Teatro Teletón. Kreutzberger se baja de la camioneta y sube directamente a la sala de dirección del programa. Ahí lo reciben Mauricio Correa, el director general del evento; Amunátegui y Jaime Villa. Y luego de repasar la lista de autoridades que se verían en la obertura, pasa a los camarines para cambiarse de ropa y prepararse. Y en menos de dos horas, inaugurar las 27 horas de emisión.
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